Premio Nacional de Protección Civil 2007
19
SEPTIEMBRE, 2007

Diversas intervenciones durante el evento Día Nacional de Protección Civil

“Hoy, podemos sentirnos orgullosos de tener en el Sistema Nacional de  Protección Civil un ejemplo de coordinación institucional entre los distintos órdenes de Gobierno, particularmente el apoyo y la entrega de las señoras y señores gobernadores, así como de la sociedad, lo que nos orienta para estar prevenidos y actuar acertadamente en caso de una emergencia”. Lic. Francisco Javier Ramírez Acuña, Secretario de Gobernación.

“El día de hoy también estamos para recordar a quienes se han hecho acreedores del Premio Nacional de Protección Civil 2007”. Lic. Francisco Javier Ramírez Acuña, Secretario de Gobernación.

El Presidente Calderón hace entrega del Premio Nacional de Protección Civil 2007.

Recibe el Premio en la Categoría de Ayuda, el ciudadano Melchor Ursúa Quiroz “Me siento muy halagado de estar con ustedes en este día tan especial, este día tan lleno de historia y de motivos de reflexión, los que dedicamos nuestra vida a la protección de la sociedad nos sentimos muy estimulados frente a ustedes, muy alentados por la unión de voluntades y la coordinación de esfuerzos, en especial nos sentimos respaldados cuando existe interés y buena disposición de los gobiernos y así sucede actualmente”.

Recibe en la Categoría de Prevención, la Lic. Alicia Valdovinos Septién en representación de la Asociación Civil Cinco Panes y Dos Peces.”Hoy más que nunca vivimos en nuestra sociedad mexicana la formación de una nueva cultura ciudadana, preocupada por un país que sufre ante los efectos de cambios climáticos, abuso de los recursos naturales, el calentamiento global que han exacerbado la intensidad de huracanes, lluvias torrenciales, desbordamientos de ríos y deslizamientos de laderas que azotan sin piedad las zonas montañosas del país, donde personas indefensas se debaten entre la tragedia ante aquello que no se puede controlar”.

-MODERADOR: Toma la palabra el ciudadano licenciado Francisco Javier Ramírez Acuña, Secretario de Gobernación.

SECRETARIO FRANCISCO JAVIER RAMÍREZ ACUÑA: Señor licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; senador Santiago Creel Miranda, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores

Señor diputado Cristian Castaño Contreras, Vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; licenciado Jesús Silverio Cavazos Ceballos, Gobernador del Estado de Colima; contador público Marcelo de los Santos Fraga, Gobernador del Estado de San Luis Potosí.

Licenciada Ivonne Araceli Ortega Pacheco, Gobernadora del Estado de Yucatán; señoras y señores, distinguidos miembros del presídium:

Los mexicanos conmemoramos el día de hoy una fecha y un hecho que nos recuerda la fuerza con la que en ocasiones se manifiesta la naturaleza y la vulnerabilidad de los seres humanos.

La mañana del 19 de septiembre de 1985, hace 22 años, México se levantó con una gran herida, al ser testigos de los terremotos que colapsaron al Distrito Federal y a varios estados de la República Mexicana.

Miles de mexicanos que se preparaban para vivir un nuevo día no volvieron a ver la luz y muchos más, a partir de ese 19 de septiembre tuvieron que aprender a vivir sin sus seres queridos. Conforme pasaban las horas los mexicanos nos dimos cuenta de las dimensiones de una tragedia que no queremos volver a vivir, pero al mismo tiempo nos dimos cuenta de la importancia de la unidad, de unir nuestras manos, de vivir haciendo un gran esfuerzo todos para reaccionar ante la adversidad y de sumar fuerzas para salir adelante.

A partir de este evento de la historia nacional, México ya no es el mismo, hace 22 años surgió entre nuestra sociedad una actitud de altruismo, solidaridad y generosidad sin precedentes.

Muchas personas llenas de valor y sin medir consecuencias arriesgaron sus vidas para salvar a otros que necesitaban de su ayuda, muestras de solidaridad y apoyo que nos ayudaron a superar la tragedia con mayor facilidad.

 

“Toda la sociedad debe dedicar un interés especial en salvaguardar la vida y el destino de sus integrantes.”

Hoy son fortaleza que nos distinguen y se reconocen al pueblo mexicano en todo el mundo.

Gracias a esa amarga experiencia que vivimos hace 22 años, los mexicanos aprendimos la necesidad e importancia de contar con una sólida cultura de protección civil.

Hoy, podemos sentirnos orgullosos de tener en el Sistema Nacional de  Protección Civil un ejemplo de coordinación institucional entre los distintos órdenes de Gobierno, particularmente el apoyo y la entrega de las señoras y señores gobernadores, así como de la sociedad, lo que nos orienta para estar prevenidos y actuar acertadamente en caso de una emergencia.

Quiero señalar que la prevención nos está ayudando a ser menos vulnerables ante las situaciones de emergencia.

Hoy, por cada peso que destinamos a medidas preventivas, esto nos permite ahorrar siete pesos en las tareas de atención a los efectos posteriores.

Pero lo más importante, la prevención nos permite salvar muchas, muchas vidas.

Basta recordar la magnífica respuesta del pueblo de México ante las amenazas que presentaron recientemente los huracanes en varios estados del país, los cuales a pesar de su magnitud no tuvieron los efectos devastadores que se podían esperar y, todo ello gracias a que nos anticipamos todos.

Nos anticipamos a sus efectos, a que la sociedad respondió al llamado de las autoridades locales y federales y que los tres ámbitos de Gobierno supimos trabajar unidos.El día de hoy también estamos para recordar a quienes se han hecho acreedores del Premio Nacional de protección civil 2007.

Este premio que cada año entrega el Gobierno de la República y que consiste en una medalla conmemorativa, un diploma firmado por el señor Presidente de la República y 100 mil pesos, distingue a personas o grupos que han ayudado a fomentar y promover la cultura preventiva de Protección Civil y a quienes han prestado su ayuda de manera sobresaliente en las tareas de auxilio a la población en casos de emergencia o desastre.

El Consejo de Premiación eligió a ganadores de entre de un nutrido grupo de candidatos propuestos por los distintos poderes y ámbitos del Gobierno del país, así como por diversas organizaciones y asociaciones civiles.

Nuestro agradecimiento y reconocimiento a todos los participantes, en particular a quienes han aportado con creces a la tarea de fortalecer la cultura de la protección civil en todo el país.

Ustedes, los ganadores, nos motivan a redoblar esfuerzos conjunto con la sociedad para incrementar las medidas de prevención y atención en desastre, para difundir las bondades de estar preparados para que en cada hogar del país haya medidas de prevención y autoprotección en respuesta a los riesgos presentes.

La tragedia de 1985 y todos quienes sufren ante una contingencia nos mueven hoy a seguir trabajando para construir un México más preparado, un México previsor, responsable y solidario.

Muchas gracias.

 -MODERADOR: Invitamos al ciudadano Presidente de los Estados Unidos Mexicanos a que haga entrega del Premio Nacional de Protección Civil 2007.

Recibe en la Categoría de Ayuda, el ciudadano Melchor Ursúa Quiroz; recibe en la Categoría de Prevención, la ciudadana licenciada Alicia Valdovinos Septién en representación de la Asociación Civil Cinco Panes y Dos Peces.

A continuación toma la palabra el ciudadano Melchor Ursúa Quiroz, galardonado del Premio Nacional de Protección Civil en el Campo de la Ayuda, en representación de los miembros del Sistema Nacional de Protección Civil.

 

-C. MELCHOR URSÚA QUIROZ: Licenciado Felipe Calderón Hinojosa, Presidente de la República.

Distinguidos representantes de los poderes Legislativo y Judicial del Estado mexicano.

Licenciado Jesús Silverio Cavazos Ceballos, Gobernador Constitucional del estado.

Distinguidos invitados especiales, señoras y señores.

Me siento muy halagado de estar con ustedes en este día tan especial, este día tan lleno de historia y de motivos de reflexión, los que dedicamos nuestra vida a la protección de la sociedad nos sentimos muy estimulados frente a ustedes, muy alentados por la unión de voluntades y la coordinación de esfuerzos, en especial nos sentimos respaldados cuando existe interés y buena disposición de los gobiernos y así sucede actualmente.

En los últimos años, por fortuna, se consolidó el interés de las autoridades por el tema de la protección civil, un tema prioritario, tan vital como los alimentos, el agua y la vivienda.

La protección civil involucra a todas las instituciones, es un tema que exige la atención cuidadosa de la propia sociedad, la protección civil, en efecto somos todos, por una razón sencilla, es un asunto de vida o muerte.

Toda la sociedad debe dedicar un interés especial en salvaguardar la vida y el destino de sus integrantes.

Debemos prevenir los accidentes y los fenómenos naturales, tener la capacidad de respuesta frente a la fatalidad, esa fatalidad que surge cuando menos se le espera, porque es parte de la vida misma.

Hubo una época en que algunos entusiastas en cada ciudad del país, nos organizábamos para brindar apoyo a la población en caso de desastre, nos jugábamos el todo por el todo para ayudar a nuestros vecinos, amigos, familiares y a cualquiera que necesitaba ayuda.

Antes hacíamos el trabajo en condiciones deficientes, pero con entusiasmo, salvando todos los obstáculos.

Así llegamos a nuestros días con un Sistema Nacional de Protección Civil bien consolidado y listo para servir mejor a la sociedad, y con un Presidente que hace de la protección civil un tema esencial en su agenda de Gobierno.

Los que ahí participamos mantenemos íntegro nuestro entusiasmo, dedicando nuestras vidas a servir, dando lo mejor de nosotros mismos, trabajando para la gente.

Resulta muy estimulante ser considerado para este reconocimiento. Lo acepto a nombre de esos protagonistas anónimos de la protección civil, todos esos entusiastas que vivieron y murieron por servir a los demás.

Creo ser el decano de las unidades de protección civil en los estados, a lo largo de los años acumulé experiencias, vivencias, amistades fraternas, no sólo en Colima, sino en todo el país.

Quisiera decir muchas cosas más, hablarles de lo que viví y de lo que experimenté a lo largo de los años, por desgracia no soy muy bueno para las palabras y no quisiera abundar en historias que quizás no pueda contar bien.

Soy un hombre de acción que vivo a plenitud cuando participo en algún rescate o respondo a una llamada de emergencia.

Por supuesto, no quisiera que pasaran desgracias, nadie de los aquí presentes lo queremos, pero la sociedad debe de saber que si llegara a ocurrir ahí estaremos los de protección civil, listos para trabajar.

No quisiera terminar estas palabras sin agradecer a todas las autoridades, colaboradores, amigos, pero sobre todo a mi familia por comprenderme a lo largo de tantos años y gracias, por supuesto, a toda la gente que confió en mí en algún momento crítico de su vida.

Muchas gracias.

 

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